jueves, 22 de noviembre de 2012

Deshagámonos de lo no humano.


Quiero manifestarme. Quiero daros a ver lo que es. Quiero daros a entender, mejor dicho, lo que veo que es.
No puedo vivir en un mundo sin artes. No puedo vivir en un mundo sin humanidades. No puedo existir si todo es objetivo. No creo en la ciencia absoluta.
Hoy me he dado cuenta, de la gran cantidad de gente que es tan cerrada que no conciben en su mundo de horarios encogidos y repletos esta dimensión necesaria para mi supervivencia.
No puedo comprender a un médico, un biólogo, un químico, un arquitecto, que no saben encontrar en la actuación, en la improvisación y en el arte la manera concebirse como personas.
El trabajo es el trabajo, y en eso estoy completamente de acuerdo, pero pienso que hay que dejar en tu vida tiempo para disfrutar de la danza, el teatro, el canto, la pintura, en definitiva, la improvisación de la vida.
La improvisación es la base de nuestra existencia, llena de decisiones rápidas y dudosamente seguras. De la improvisación, de las decisiones nace el arte. De la imaginación, de la pura y llana humanidad.
¿Cómo se puede ser humano si no se disfruta de la humanidad de los demás?
Siempre quise hacer llegar al mundo la necesidad que tiene el humano de compartir su vida. Pues bien, la mejor manera de hacerlo es asistiendo a obras de teatro, musicales, bailando, usando las mente de los demás como forma de aprendizaje, como forma de realización.
Para mí sí existe una cuarta dimensión, sí existe algo más, y ese algo es la red de conexiones que hay entre todas las mentes del planeta, y a la vez en cada una en sí, gracias al arte.
Un científico sin esta cuarta dimensión no es más que un objeto, algo objetivo del planeta, algo sin profundidad, sin humanidad.
No pretendáis hacerme creer que el trabajo os llena en sí. No me lo creo.
Algo que te hace llorar y reír como una obra de teatro, algo que te hace saltar de la silla y seguir  una serie de notas como es el baile, algo que te llena la boca de sentimientos como es el canto es condición sine qua non para sentirse humano.
Los sentimientos son arte. Las mentes son arte. Las ideas son arte, pasión, vida y aprendizaje.
Este escrito no va para intentar convenceros de nada, pues si habéis llegado a leer mi blog, merecéis todo mi respeto y admiración, dado que sois de esas pocas mentes que son capaces de entender lo que digo.
Esta entrada va para que me ayudéis, que me echéis una mano con todos aquellos zoquetes que no saben vivir, que no saben apreciar lo bueno de la vida, que no saben improvisar y que viven en el estrés eterno de su vida objetiva, medida y planeada.
Ayudadme a despojar del planeta ésta represión autoimpuesta del arte. Salvad a aquellos que podáis de una vida monótona y sin sentido. Tener en las palabras, en la música, en la voz, en las manualidades la fuerza que necesitáis para llegar al día siguiente, os hace especiales. Creéroslo, asumidlo y hacedlo ver.
Deshagámonos de la incultura y de la estupidez.
Deshagámonos de lo no humano.

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