domingo, 30 de diciembre de 2012

Los hay que, y que luego ya no.

Hoy necesito escribir. Es navidad, hace frio, hay nieve en mi cabeza. No me deja pensar bien. 
Las nubes de apuntes distorsionan mis cavilaciones, pero creo que puedo hacer algo útil, y es escribir sobre el miedo; pero no un miedo normal, escribir sobre ese miedo que tenemos a lo que queremos. 

Parece contradictorio, pero pensadlo así, si de repente encontráis algo que llevabais buscando toda vuestra vida, obviamente el primer sentimiento es de agradecimiento al universo, pero, ¿el segundo no sería, lógicamente, un sentimiento de miedo total e irracional a perderlo al día siguiente?

Vivo, vivo a gusto, y bien, y de repente, me asalta un miedo horrible a perderlo todo. 
Soy agradecido con la vida, nunca me quejé demasiado, y es por eso que le tengo miedo a perder lo que ya tengo. 

Hace unos días, quizá unas horas más bien, encontré algo en la cabeza de alguien, que me dio todo el miedo del mundo, estoy aterrado y, al mismo tiempo, agradecido enormemente. 

No me gustan estos sentimientos a la vez en mi mente, me hacen volverme loco y querer hacer locuras, pensar demasiado y quizá, arriesgarme demasiado, o demasiado poco. No me siento yo, me siento como un conejo en medio de la carretera deslumbrado por las luces largas de algún coche. Maravillado, alucinado, asombrado, iluminado, aterrado, destrozado, paralizado por el terror y la fascinación. Sin saber si avanzar, retroceder o quedarme ahí, parado, esperando mi muerte.

Porque siempre había habido faros, pero nunca habían sido de aquella potencia, nunca habían deslumbrado así mis ojos. Quizá el título adecuado de la entrada sería: los hubo que, pero que luego al final no.
Y ahora me encuentro delante de un: los hay que, y que sí, que los hay.
Tengo miedo. 

lunes, 24 de diciembre de 2012

Identidad.

"Por favor", es lo único que tengo que decir, rogar porque sepáis cómo sois, rogar porque tengáis suerte y lo sepáis pronto.
Sin identidad no existís, sois almas descarriladas del mundo que no tienen ni fin ni sentido.
Espero sinceramente que aprendáis a quereros como sois, a ser como sois, y a ser como queráis, pero hasta entonces os pido con toda la sinceridad del mundo, que me dejéis en paz. No estoy para ayudar hasta tal punto. Todos jugamos papeles indispensables en la vida de los demás, pero esos papeles están basados en una identidad clara, en unas pautas, en unas directrices. Por tanto, no pretendáis que los demás os descubran cómo sois por completo, ellos sólo pueden ayudar a que sepáis por dónde van los tiros, pero el trabajo es vuestro, sóla y únicamente vuestro.
Debéis tener en cuenta que sin identidad no podéis ser felices, y que para adquirir vuestra identidad quizá tengáis que equivocaros enormemente, pero cualquier precio es poco por conseguir encontrarse a uno mismo.
Si bien no se puede ir por este país sin carnet de identidad, yo prohíbo el paso a toda persona sin identidad, y lo mando automáticamente a la cárcel de personas que no sé cómo tratar porque en realidad ni ellos saben cómo quieren ser tratados.
Y aunque la confusión es divertida, y me hace fuerte, a veces me mete en situaciones poco viables para mí, en ocasiones, frágil mente humana sentimentaloide.
"El barco en el cual volvieron (desde Creta) Teseo y los jóvenes de Atenas tenía treinta remos, y los atenienses lo conservaban desde la época de Demetrio de Falero, ya que retiraban las tablas estropeadas y las reemplazaban por unas nuevas y más resistentes, de modo que este barco se había convertido en un ejemplo entre los filósofos sobre la identidad de las cosas que crecen; un grupo defendía que el barco continuaba siendo el mismo, mientras el otro aseguraba que no lo era."
Con esta paradoja de Teseo, os quiero hacer ver que la identidad no es algo fácil de definir, y que a lo mejor me meto en camisa de once varas, pero os sigo instando a que cambiéis todos vuestros remos hasta que encontréis aquellos que os quedan tan bien que no hay otra posibilidad que decir ESA, y no otra, es vuestra identidad, indiscutible y totalmente personal.
Pero, y repito, hasta que no sepáis ser, no seáis conmigo.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Mi predisposición está dispuesta.

Fue cuando decidí que la vida es maravillosa cuando te vi sonriendo de oreja a oreja porque creías, inocentemente, que nada había empezado. 
Esas maneras que tenías, tienes y tendrás, ese deconocimiento que tengo de tí te hace increíblemente poderoso, úsalo.
Todo había empezado, pero todo tiene su fin. El final de tu tiempo está cerca, aprovecharlo depende de tí, no de mí, mi predisposición está dispuesta. 
Mi cansancio es aleatorio, los sustituyen otras pasiones más frescas y renovadas.
Cuando todo comenzó te vi. Lo dificil vino después, te quise. Y luego mucho peor, te amé. 
Creo que esto sólo duró un momento, un breve periodo de tiempo, una llovizna en un océano de emociones que han paseado por mi cabeza, pero fue extraño ver cómo consiguió hacerme darme cuenta de que siento, y siempre sentiré, quise, y siempre querré.
Me pasa mucho, vivo enamorado, no hay otra forma de vivir en mi alma, la pasión me lleva, me mece y me guía. 
Si alguien es capaz de vivir sin pasión, ni siquiera quiero saber cómo puede vivir, ¡qué aburrido!
El aburrimiento me aburre, la pasión me posee, y la vida me lleva por caminos con bifurcaciones bipolares, donde sólo yo elijo la senda a seguir, donde sólo yo elijo pasión o razón. 
La razón sin pasión no sirve de nada, aunque a veces la pasión es huidiza y, por qué no, un poco cabrona.
Me ha llevado tal pasión a enamorarme de personas no pasionales, lo he sufrido.
Me ha llevado la pasión a enamorarme de cosas no pasionales, lo sufro. 
Me ha llevado la pasión a enamorarme de tí, aún te sufro.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Imaginar es poder.

Julieta Venegas – Amores Platónicos

Esta entrada es para ser leída con esta canción que os presento como una de mis favoritas de una gran cantante que es Julieta Venegas. La música nos ayuda a llegar al fondo de las cuestiones más extrañas, a conseguir meternos en nosotros mismo de manera que entendamos cosas que de otra forma no nos pararíamos a pensar.
Me resultan muy curiosos algunos comportamientos del ser humano, pero uno de los que más me fascinan, es el deseo de lo imposible.
Los amores platónicos, las esperanzas que se sabe nunca serán escuchadas, es algo que al ser humano le encanta.
No estoy en contra de ellas, de hecho soy una persona como otra cualquiera, que se ilusiona, que busca cosas que sabe no son del todo posibles y que no quiere oir un NO rotundo por respuesta.
Nos encontramos muy en nosotros mismo cuando tenemos claras nuestras esperanzas, sabemos (o creemos saber) lo que queremos y ansiamos con todas nuestras fuerzas algo de tal magnitud que sólo un milagro podría ser capaz de darnos.
Preferimos amores platónicos, amores imposibles, esperanzas sin futuro, pues inconscientemente ponemos nuestro listón alto, tan alto como nuestra imaginación nos lo permita. Aún así, es importante saber distinguir el concepto de meta en la vida del de meta de la imaginación. La meta en la vida es la que sabemos o estamos casi seguros que somos capaces de lograr y conseguir esforzándonos lo que sea necesario. En cambio, y siendo lo más interesante de la cuestión, la meta de la imaginación es infinita, es cambiante y hace que un desencanto, que un desamor donde ni siquiera hubo amor, le de color a todo lo que venga después. La imaginación hace que todo sea más bonito, que todos nuestros pensamientos se desglosen y se amplifiquen en millones de idealizaciones que nos hacen felices simplemente por el hecho de pensarlas.
Resulta maravilloso cómo el miedo nos hace recurrir a lo platónico. Cómo podemos llegar a ser tan felices sólo pensando. Qué gran maravilla esto de poder pensar y de imaginar. El poder de nuestra imaginación, de nuestra mente. En un mal momento, solo tienes que imaginar algo feliz para que todo tu estado de ánimo cambie en menos de un segundo.
Por último, agradecer a esta gran artista sus canciones que me inspiran reflexiones como estas, cortas, pero llenas de un gran significado.
Un pensamiento feliz, es una perspectiva nueva.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Me dejo ver para ver si veo.


Por esas amistades que destrozan poco a poco el alma. 
Por esas palabras que desgarran mi vida. Por esos nombres que estremecen la existencia. Por esos saludos que dejan caer en saco roto esperanzas y anhelos. 
Por esos finales que sólo existen en nosotros mismos. 
Por esas conversaciones que más que advertir peligro, desencadenan insufrible desconcierto.
Creía que poco a poco, lo vería. No me di cuenta de que poco a  poco, me vio.
Me vio sin percatarme de que algo hacía conmigo. Me vio y no me dejó olvidar. 
Aún hoy sigue viéndome. Aún hoy, me dejo ver. 
Me dejo ver para comprobar si veo algo más. Me dejo ver por si acaso diviso el horizonte.
 Me dejo ver para ver si veo.

De éste mi pesar.

De éste mi pesar
os quiero hacer saber,
vivir, llorar, ocultar,
sin poder querer.

Veni vidi vinci,
solía decir;
sin darme cuenta
que nada iba por ahí.

Un fuerte guantazo
de viento frío, gris,
consiguió abrir mi pandora;
ya no supe no querer.

Quiero, amo, vivo, siento,
me acostumbré a pensar;
corazón lleno al momento,
vivir para ver, besar.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Poemas de clase.


A continuación un poemilla escrito entre "Trucos fáciles para días duros" y "Kk habría una vez":

En el mundo donde el alma
sea un tren sin descarrilar,
donde las rosas no sufran
por amores sin sanar.

Donde usar la cabeza
se vea como normal;
y las máscaras teatrales
se reserven para actuar.

Donde la lluvia limpia,
el viento barre, y el sol,
como si fuese aliado
nos impregna con su calor.

Allí viven su historia
los que entienden de penas;
aquellos que son libres,
y los que cumplen condenas.

Los escritos son hallados
en las almas de la gente;
la literatura es vida
y no para dementes.

Aquel mundo que subyace
dentro de cada uno,
los instintos más internos,
sin salvarse ninguno.

El arte, música y poesía,
los amores y celos que las inspiran,
las lágrimas lloradas sin cobardía,
las risas y cada una de las alegrías.

Y rendirse no es opción
porque el alma vuela libre;
las estrellas como guía
sin que de nada nos priven.

Este nuestro pequeño lugar,
nuestro rincón de versos,
nuestro pequeño hogar
allí donde nacen los sueños.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Dijiste de venir.

Dijiste de venir
a verme una vez más
a mi humilde morada
de locura mordaz.

No sabía qué hacer,
no podía mover,
no me restaban fichas
para hacerte entender.

Por no hacerte daño
te hice por ver;
aquello fue un gran fallo,
te volví a pseudoquerer.

Quise aquella manera
que tenías de expresar
todas esas mis locuras
que acabaste por amar.

Nunca nada fue eterno,
tampoco nuestro beber,
beber común, moderno,
que hubo de perecer.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Deshagámonos de lo no humano.


Quiero manifestarme. Quiero daros a ver lo que es. Quiero daros a entender, mejor dicho, lo que veo que es.
No puedo vivir en un mundo sin artes. No puedo vivir en un mundo sin humanidades. No puedo existir si todo es objetivo. No creo en la ciencia absoluta.
Hoy me he dado cuenta, de la gran cantidad de gente que es tan cerrada que no conciben en su mundo de horarios encogidos y repletos esta dimensión necesaria para mi supervivencia.
No puedo comprender a un médico, un biólogo, un químico, un arquitecto, que no saben encontrar en la actuación, en la improvisación y en el arte la manera concebirse como personas.
El trabajo es el trabajo, y en eso estoy completamente de acuerdo, pero pienso que hay que dejar en tu vida tiempo para disfrutar de la danza, el teatro, el canto, la pintura, en definitiva, la improvisación de la vida.
La improvisación es la base de nuestra existencia, llena de decisiones rápidas y dudosamente seguras. De la improvisación, de las decisiones nace el arte. De la imaginación, de la pura y llana humanidad.
¿Cómo se puede ser humano si no se disfruta de la humanidad de los demás?
Siempre quise hacer llegar al mundo la necesidad que tiene el humano de compartir su vida. Pues bien, la mejor manera de hacerlo es asistiendo a obras de teatro, musicales, bailando, usando las mente de los demás como forma de aprendizaje, como forma de realización.
Para mí sí existe una cuarta dimensión, sí existe algo más, y ese algo es la red de conexiones que hay entre todas las mentes del planeta, y a la vez en cada una en sí, gracias al arte.
Un científico sin esta cuarta dimensión no es más que un objeto, algo objetivo del planeta, algo sin profundidad, sin humanidad.
No pretendáis hacerme creer que el trabajo os llena en sí. No me lo creo.
Algo que te hace llorar y reír como una obra de teatro, algo que te hace saltar de la silla y seguir  una serie de notas como es el baile, algo que te llena la boca de sentimientos como es el canto es condición sine qua non para sentirse humano.
Los sentimientos son arte. Las mentes son arte. Las ideas son arte, pasión, vida y aprendizaje.
Este escrito no va para intentar convenceros de nada, pues si habéis llegado a leer mi blog, merecéis todo mi respeto y admiración, dado que sois de esas pocas mentes que son capaces de entender lo que digo.
Esta entrada va para que me ayudéis, que me echéis una mano con todos aquellos zoquetes que no saben vivir, que no saben apreciar lo bueno de la vida, que no saben improvisar y que viven en el estrés eterno de su vida objetiva, medida y planeada.
Ayudadme a despojar del planeta ésta represión autoimpuesta del arte. Salvad a aquellos que podáis de una vida monótona y sin sentido. Tener en las palabras, en la música, en la voz, en las manualidades la fuerza que necesitáis para llegar al día siguiente, os hace especiales. Creéroslo, asumidlo y hacedlo ver.
Deshagámonos de la incultura y de la estupidez.
Deshagámonos de lo no humano.