jueves, 8 de agosto de 2013

Sé que pienso cuando pienso que sé.

Si sabes qué decir, si sabes qué mirar, si sabes qué escuchar, asegúrate de saber qué pensar, porque el vivir y el pensar son increíblemente distantes cuando no eres capaz de pararte a valorar lo que has dicho, mirado, escuchado. 
Para atreverse a vivir hay que tener muchísimo valor, para atreverse a pensar hace falta mucha integridad, pero para atreverse a saber pensar según la vida, ineludible ésta en el vivir del pensar y en el pensar del vivir, hace falta ser puro, inteligente y absolutamente relativo.

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