miércoles, 29 de agosto de 2012

T

Este escrito va dedicado a todos aquellos que me acompañaron en esas experiencias más importantes e impresionantes de mi vida.
Lo único que ha conseguido sacarme tantas y tantas sonrisas, carcajadas, llantos, idas de olla ha sido eso, el TEATRO. Y es que una palabra así no merece ser escrita con minúsculas, algo que te ha hecho crecer, algo que te ha visto madurar, que te ha marcado tanto, nunca debería ser escrito con minúsculas. Podría hacer una lista inmensa de la cantidad de cosas que aprendí en teatro, pero prefiero centrarme en aquello que es lo más importante para todos aquellos que sepan de lo que estoy hablando, y esto son, las emociones.
Cada momento de tu vida, cada lagrima, cada risa, cada llanto, todo tiene cabida en el teatro.
Estas peculiaridades de la vida, estas "actividades extraescolares" dedicadas a las artes, consiguen el mayor logro en la vida de un hombre, y es a soñar. Pero no solo a eso, sino a saber cómo perseguir tu sueño, a vivir sabiendo lo que quieres, a conseguir aquello que te hace feliz.
No hay palabras en el diccionario castellano para definir lo que el teatro ha significado en mi vida, y en la de cualquiera de mis compañeros que han vivido ese sueño conmigo. Podría, por otro lado, hacer un intento de metaforizar esas sensaciones diciendo que antes no sentía, ahora sé cómo es vivir.
Aprender a actuar es una cosa, pero nosotros hemos aprendido las mejores lecciones que se pueden sacar de la vida: vivir, convivir, aceptar, respetar, trabajar, soñar.
Hay momentos dificiles en la vida, pues bien, los hemos vivido juntos, apoyándonos y reforzándonos, siendo pilares para el que está al lado nuestro. Y esa es la principal función del teatro, aprender que cada persona que aparezca en tu vida, que cada humilde personalidad que asoma la cabeza por la esquina hacia la que no miras nunca, es esencial, vital y completamente relevante para la función final, la vida.
Es eso lo que más se ha de agradecer a ésta actividad, la colaboración, la ayuda, el arrope hacia el que está en la escena contigo. Nada eres sin esa persona, sin ella tu vida, la función, todo acaba.
Por que hacen falta muchos, muchísimos cristales para conseguir que algo brille. Y con todo ello, lo conseguimos, lo conseguisteis, lo hicimos todos juntos, dimos sentido a esta locura, y nos llevamos por el camino a todos aquellos que no nos creyeron capaces, les obligamos a levantarse y a aplaudirnos.
Espero sinceramente que todos en vuestras vidas hayais tenido algo así, algo que te haga sentir tan vivo, algo que recordar cuando estás tan hundido que sólo aquellas risas puedan sacarte de ahí y hacerte ver que tus sueños siguen ahí. 
Sí esas lejanas risas aún suenan tanto en mi cabeza, es dificil de imaginar cuánto importó aquello en mí.
Por último, un consejo, seguid siempre siendo tan geniales, nunca os deis por vencidos y luchad por vuestros sueños teniendo en cuenta que éstos son la obra, la función, y sin vuestro trabajo, la función será un desastre. Vuestros sueños son lo que más importa, y todo actor en vuestra función os ayudará a llegar a él, a ese aplauso final, a esa atmósfera de agradecimiento, de pasión, de nervios acumulados explotando en miles de lágrimas de alegría.
Aún lloro de alegría.
Muchas gracias, y muchísima mierda.




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