Qué difícil, qué difícil me resulta hablar de justicia…
sobre todo porque es tan relativa como la felicidad, el amor, la amistad… Sólo
puedo dar mi humilde punto de vista que me lleva a ser como soy.
Para mí la justicia no es sólo tratar y dar a cada uno lo
que se merece, sino ser parte de ese karma de todas las personas,
recompensarlos por hacer feliz a la gente, hacerles la vida más fácil
simplemente por dedicarte una sonrisa.
Y, obviamente, igualmente al contrario, aunque pueda sonar
un poco desagradable. Creo que hay gente que se merece la indiferencia (siempre
peor que las cosas malas), igual que hay gente que se merece cosas buenas, así
que desde aquí quiero pedir perdón a aquellos que se ganan cosas buenas y que,
por mi ínfima condición humana que me lleva a juzgar antes de conocer, no supe tratar
como debí.
Pero igualmente quiero pedir perdón a estas mismas personas
merecedoras de sonrisas por haber tratado bien yo mismo a gente que no se lo
merecía, pues sólo así nace la maldad de corazón, cuando ríes las gracias a un alma
negra.
Todo tenemos temores y miedos que pueden estar ocultos por
traumas o sueños profundos y olvidados, pero la justicia se encargará de poner
a cada uno en su lugar, y repartirá sonrisas donde las deba haber, así como desdicha donde sea merecida.
Porque la dureza de corazón es buena aliada cuando la justicia brilla por su ausencia.
Porque la dureza de corazón es buena aliada cuando la justicia brilla por su ausencia.
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