Por esas amistades que destrozan poco a poco el alma.
Por
esas palabras que desgarran mi vida. Por esos nombres que estremecen la
existencia. Por esos saludos que dejan caer en saco roto esperanzas y anhelos.
Por esos finales que sólo existen en nosotros mismos.
Por esas conversaciones
que más que advertir peligro, desencadenan insufrible desconcierto.
Creía que poco a poco, lo vería. No me di cuenta de que poco
a poco, me vio.
Me vio sin percatarme de que algo hacía conmigo. Me vio y no
me dejó olvidar.
Aún hoy sigue viéndome. Aún hoy, me dejo ver.
Me dejo ver para
comprobar si veo algo más. Me dejo ver por si acaso diviso el horizonte.
Me
dejo ver para ver si veo.
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