miércoles, 30 de octubre de 2013

Que el que quiere, puede.

El cojo que danza,
el sordo que escucha,
el boli que borra
lo que la goma traza.


El médico tratado,
el paciente sanador,
el dinero que compra
aquella paz, aquel amor.


“Cuestión de visión”,
expresa el ciego ausente,
“es cosa de la lengua”,
el científico sentenció.


Nadie notó
lo que el ciego vio,
lo que el sordo escuchó,
lo que el serio rió.


Que el que quiere puede,
que relativo todo es,
que el que no ve, siente

y el que siente, no ve.

Todos entendemos de magia.

Todos entendemos de magia.

Cómo no íbamos a hacerlo cuando lo que nos gusta es algo en lo que tienes que poner tu alma y tu creación, todas tus ganas para que salga algo así de expresivo.

Cómo no íbamos a entender de magia cuando para crear tenemos que acercarnos a lo mágico de sacar algo nuevo partiendo de ingredientes desordenados y difusos.

Somos el caldero de cocción, donde sucede la magia.

Esas vivencias, esas emociones que nos hacen más o menos humanos las canalizamos, las adaptamos y las expresamos a partir de nuestro “hobby”. Hobby se queda muy corto con lo que nosotros sentimos.

Todos los que comparten esto que digo saben que nosotros somos así, mágicos, emocionales, vividores, creadores, inquietos.

No puedo dejar de sorprenderme de lo que me hace sentir. Cada nueva idea sugiere una nueva manera de canalización, una nueva manera de interpretar.

Obviamente hablo de la danza, del baile, de todo eso que para unos es tan poco y para otros, los magos, es tanto.

Nosotros escuchamos, sentimos e interpretamos. Nosotros cogemos dos cosas, la música y lo que esta nos hace sentir, y lo transformamos en algo precioso. La música nos guía, y eso es así.

Aquellos que lo entiendan verán que a cada uno de nosotros, de los magos, se nos vaya el cuerpo hacia la música, que intentemos fundirnos con ella. Pues bien, esta fusión no es otra cosa que el querer conseguir sentirte música y emoción, conseguir sentirte muy especial pues, ¿quién sabiendo que es mago no querría experimentar esta experiencia cada minuto de su vida?

Después de esta breve reflexión sobre mi mundo, mi mente y mi música, os animo a buscar vuestra propia banda sonora. Esa banda sonora que, si sois capaces de escuchar lo que hay más allá de unas simples notas, de escuchar a vuestras emociones dialogando con el sonido, os hará sentir magos.


Porque todos los que bailamos, entendemos de magia.

jueves, 8 de agosto de 2013

Sé que pienso cuando pienso que sé.

Si sabes qué decir, si sabes qué mirar, si sabes qué escuchar, asegúrate de saber qué pensar, porque el vivir y el pensar son increíblemente distantes cuando no eres capaz de pararte a valorar lo que has dicho, mirado, escuchado. 
Para atreverse a vivir hay que tener muchísimo valor, para atreverse a pensar hace falta mucha integridad, pero para atreverse a saber pensar según la vida, ineludible ésta en el vivir del pensar y en el pensar del vivir, hace falta ser puro, inteligente y absolutamente relativo.

jueves, 27 de junio de 2013

Continuará...

Hoy se cierra. Pero temporalmente.

Por todos aquellos que han hecho que este año haya sido llevadero, por las personitas que comparten tus ilusiones y tus logros, por los que nunca daría un paso en falso.

Como aquella que se lesiona pero nos hace ver que está ahí, y comparte con nosotros esa sonrisa que al principio parecía escondida en un rincón de su mente y que sin duda, alegra el día y las ganas de verla una vez más.

Como la que siempre tiene ganas de fiesta, y cuyo grado de superación y flexiones a una mano nos hacen ver a todos que siempre se puede, que nunca has de rendirte y que las dificultades no son tales cuando la intención y la sonrisa las oculta.

Igual que esa que no para de hacernos reír, que está como una cabra, y que no puede parar de hacer cosas. La que tiene días de empanamiento completo pero cuya dedicación y esfuerzo son mucho más que insuperables. Esa que te busca, y te pide que escondas su rasta para no sacarse un ojo.

Luego está la chiquitina, la raggera en potencia, la mulata bailante, la que nos hace ver que la edad es subjetiva, la que comparte día a día su increíble buen humor y su tremendo optimismo. A la que ves y siempre verás en el “pico” de un buen ragga.

Sin duda también ella, la que ha tenido un año difícil, a la que los médicos ven como una bomba a punto de estallar cuando lo da todo sólo como ella sabe. Con la que piensas que las dificultades sólo lo son cuando tú las dejas ser. Desde aquí un mensaje: si tú no luchas, los soldados se cagan de miedo.

Por supuesto mi pequeña confesora, mi as en la manga. Esa que no lo puede evitar, es así de real, hablando mil dialectos pero sobre todo el “niñadeshrek”. De las que encabezan una buena locura que sólo puede terminar bien, de las que usan su habilidad para hacerte mejor persona.

Sin faltar la mayor, la que nunca para de inventar, la que nos ve como somos, la que más se preocupa de las posiciones, la más valiente en cuestión de discutir con la jefa. Su apellido lo dice todo, artistaza.

Y esa rubia gitana cuyos lios amorosos nos llevan por el camino de amargura. La que siempre tiene algo que decir y un cigarro y buena charla que ofrecer. Con la que no te cansas de hablar porque sabes que, al final, todo es optimismo y ganas de vivir. Sigue así. Y sí, para mí siempre serás rubia.

Él. El que no me va a fallar. Ese que aguanta mil cosas más que los demás, porque me  tiene a mí agobiando a todo lo que se mueve. El nuevo chicodebaile que a todos dejó pasmados nada más entrar. A ese que tampoco se le agota la sonrisa ni las ganas de ayudar.

Y esa otra personita nueva que nos ha acompañado hasta el final, que no ha puesto ni una pega y cuyo disfrute se ve a leguas. Esa amiga de amiga que ha resultado ser amiga, directamente.

Y por último y no por ello menos importante, la que más.
La que más nos critica, la que más nos da palos y voces, la que nos usa como monos de repetición… la que hace que todo esto sea posible.
La que nos espera porque sabe que al final viene lo mejor. La que sin duda se deja los cuernos por nosotros. Una de las personas con la mente más interesante que conozco. La que no para de inventar, inventar maravillosas actuaciones y palabras y expresiones hasta la fecha desconocidas.
La que más nos quiere, a la que más queremos. La que nos coge cariño casi sin darse cuenta.
La que se merece ser estudiada en los libros de filosofía. La del gracias por venir.
La enemiga de la acidez del mundo.

A todos y cada uno de vosotros no os quiero dar las gracias por compartir algo que me gusta conmigo, no, os quiero dar las gracias por estar en este mundo, por ser tan espectacularmente maravillosos y por ser más que compañeros, amigos.


Un abrazo, y que bailéis sin cuesta. 

domingo, 5 de mayo de 2013

Reflexión de inflexión.


Son tropas que envía el karma, son obstáculos inconmensurables, son estupideces para ser interpretadas por aquellos que sepan hacerlo.
Son cosas que nunca hice, son cosas que nunca pensé en hacer, y son cosas que nunca pensé que fuese a hacer.

La vida ni cambia ni fluye, somos nosotros los que nos volvemos gilipoyas. Los que odiamos, los que amamos, los que le damos mil vueltas a la cabeza, los que no dejamos que la vida, con toda su serenidad, penetre en nosotros.

A veces hay que dejar que la naturaleza se abra camino hacia nuestras almas. A veces hay que dejar que la inmortalidad de lo mortal que nos rodea se haga paso entre nuestras prisas, nuestros cambios y nuestros quehaceres que inundan la vida que tuvimos, tenemos y nunca dejaremos de tener.
Porque cómo nos gusta cambiar, como nos gusta imitar a los que veneramos y como nos gusta odiarlos al mismo tiempo.

Es esta bipolaridad humana, este continuo vaivén de raciocinio y pensamientos demás los que nos nublan el instinto animal que en ocasiones es conveniente dejar aflorar para no volvernos locos, para poder dejar de pensar que pensamos y para permitir vivir al animal enjaulado que todos llevamos dentro.

Sólo son cinco minutos al día lo que necesitamos esta deshibición, para conseguir que nuestra alma se vea plenamente guiada por un cuerpo, y no por una mente.
Son sólo estos cinco minutos al día lo que necesitamos para relajarnos, para descansar de verdad.
Salir a correr como si no hubiera mañana, ponernos música que no entendamos, pegar cuatro gritos y dejarse llevar por las olas del mar hasta que pasen esos cinco minutos de pura nada.

Porque ser un animal que sabe que piensa que razona y que siente a veces puede llegar a cansarnos, y el querer pensar y saber más puede convertirse en una obsesión que nos lleve por el camino de la amargura y la falsa necesidad de hipersuperación.

Por todo ello dejadme correr, dejadme gritar, dejadme sentir morir a mi razón, dejadme cerrar la caja de pandora de mis pensamientos y, sobre todo, dejadme en paz si no sois capaces de entender esto y nunca podéis relajaros de verdad.

jueves, 25 de abril de 2013

Y sin saber nada más.


Unos besos azul cielo,
unas manos fuertes, finas,
ojos profundos y sinceros
y abrazos verde lima.

Memorias a sangre grabadas
para siempre en mi baúl,
baúl repleto de escapadas,
y todas para mí y para tú.

Planes presentes y futuros
sorpresas sin querer queridas,
damos pasos juntos, duros,
pisando fuerte por la vida.

Y es que esto no acaba nunca,
y nunca ha de terminar,
si es así como se madura
solo contigo quiero estar.

Porque el fin no existe si,
sin saber lo que vendrá,
soy capaz de querer así;
y sin saber nada más.

jueves, 11 de abril de 2013

Nuevo sexto sentido.


Nuevo sexto sentido
desarrollado en mí,
sentido del querer henchido,
y todo para y por ti.

Causa y efecto fuiste,
cambio sin retorno ni fin,
hiciste caviar del alpiste,
y todo para y por ti.

Olas de sentido prohibido,
danzas que nunca aprendí,
abriste un nuevo camino,
y todo para y por ti.

Prometo promesas reales
y pienso jurar aquí:
“yo contra todos tus males”,
y todo para y por ti.

Hacerte versos por siempre,
pensarlos es un continuo sin fin,
porque verte me hace valiente,
y todo para y por ti.

Decirte cuanto te quiero
no es sino rebajar mi sentir,
por ello aquí tienes esto,
y esto, de mí para ti.